sábado, 11 de julio de 2015

Secuelas endocrinológicas en sobrevivientes de cáncer en la edad pediátrica

María Fernanda Castilla Peón

Dirección de Investigación, Hospital Infantil de México Federico Gómez, México D.F., México.


 Resumen
Con el avance en el tratamiento de los diversos tipos de neoplasias malignas pediátricas, la supervivencia de los niños que cursan con este padecimiento es cada vez mayor. Se estima que en nuestro país, en los próximos años, 1 de cada 1,000 habitantes menores de 25 años será un sobreviviente de cáncer. Debido a esto, ha surgido la necesidad de mejorar el cuidado de la salud de esta población. Algunos aspectos para considerar son la vigilancia y el tratamiento oportuno de las alteraciones endocrinológicas. Tanto la neoplasia en sí como la quimioterapia, la radioterapia y los procedimientos ablativos pueden dañar estructuras relacionadas con el sistema endocrino. En estos pacientes son frecuentes las alteraciones del crecimiento por diversos mecanismos, las alteraciones tiroideas primarias o secundarias, las alteraciones de la función sexual y reproductiva, el daño a la salud ósea y el aumento del riesgo cardiovascular. Los efectos secundarios endocrinológicos pueden presentarse a corto plazo o hasta 10 años o más después de concluido el tratamiento. En este trabajo se propone una guía para vigilancia y referencia oportuna al especialista.
Palabras clave: Sistema endócrino; Cáncer; Efectos adversos; Quimioterapia; Radioterapia; Niños.




Castilla Peón María Fernanda. Secuelas endocrinológicas en sobrevivientes de cáncer en la edad pediátrica. Bol. Med. Hosp. Infant. Mex.  [revista en la Internet]. 2014  Jun [citado  2015  Jul  11] ;  71( 3 ): 180-187. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462014000300009&lng=es.

jueves, 9 de julio de 2015

Tendencia de la mortalidad por cáncer en niños y adolescentes según grado de marginación en México (1990-2009)

Ricardo Antonio Escamilla-Santiago, MC, M en CI; José Narro-Robles, MCI; Arturo Fajardo-Gutiérrez, MC, M en CII; Ramón Alberto Rascón-Pacheco, MC, M en CIII; Malaquías López-Cervantes, MC, MPH, PhDI
IFacultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. México
IIHospital de Pediatría, CMN Siglo XXI-IMSS. México
IIICoordinación de Vigilancia Epidemiológica, IMSS. México

RESUMEN
OBJETIVO: Determinar la tendencia de mortalidad por cáncer en niños y adolescentes por nivel de marginación en México.
MATERIAL Y MÉTODOS: La información se obtuvo de certificados de defunción (1990-2009); se calcularon tasas estandarizadas por edad. Se obtuvo el porcentaje promedio anual de cambio (AAPC) calculados con Joinpoint Regression del National Cancer Institute para evaluar la tendencia.
RESULTADOS: La mortalidad por cáncer en niños y adolescentes incrementó: en niños fue de 0.87% hombres y 0.96% mujeres y 1.22% hombres y 0.63% mujeres en adolescentes. El patrón de neoplasias en niños fue leucemias -sistema nervioso- linfomas, y en adolescentes leucemias -huesos y articulaciones- linfomas. Los incrementos de la mortalidad correspondieron a alta y muy alta marginalidad.
CONCLUSIÓN: El incremento de mortalidad correspondiente a los estados de alta y muy alta marginalidad puede explicarse en parte por un mejor registro. Se requieren estudios de sobrevida para evaluar mejor la efectividad de los tratamientos en el país.
Palabras clave: mortalidad infantil; adolescente; neoplasias.


Bibliografía: Escamilla-Santiago Ricardo Antonio, Narro-Robles José, Fajardo-Gutiérrez Arturo, Rascón-Pacheco Ramón Alberto, López-Cervantes Malaquías. Tendencia de la mortalidad por cáncer en niños y adolescentes según grado de marginación en México (1990-2009). Salud pública Méx  [revista en la Internet]. 2012  Dic [citado  2015  Jul  09] ;  54( 6 ): 587-594. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342012000600007&lng=es.

sábado, 4 de julio de 2015

El ecocardiograma y su papel en niños con cáncer

Elsy Maureen Navarrete-Rodríguez,1 Marta Margarita Zapata-Tarrés,2Alfredo Vizcaíno-Alarcón,3 Juan Garduño-Espinosa,4 Elisa Dorantes-Acosta,5 Miguel Ángel Palomo-Colli5

1 Residente de Alergia e Inmunología Clínica Hospital Infantil de México Federico Gómez
2 Servicio de Oncología Instituto Nacional de Pediatría
3 Médico adscrito al Servicio de Cardiología Hospital Infantil de México Federico Gómez
4 Subdirector de Investigación Hospital Infantil de México Federico Gómez
5 Médico adscrito al Servicio de Oncología Hospital Infantil de México Federico Gómez

México D.F., México






Resumen
Introducción. Actualmente las antraciclinas se han incorporado en más de 50% de los protocolos de tratamiento para cáncer en la población infantil. La utilidad clínica de estos agentes queda limitada por la aparición de cardiomiopatías, cuya presencia depende de la dosis total del fármaco y suele ser irreversible. El ecocardiograma es el estudio más utilizado para la detección de cardiotoxicidad por antraciclinas. El objetivo de este trabajo fue describir la evolución de los índices de funcionamiento cardiaco reportados por ecografía durante el tratamiento de niños con cáncer con esquemas que contenían antraciclinas.
Métodos. Se incluyeron pacientes pediátricos con diagnóstico de osteosarcoma y leucemia mieloide aguda tratados entre enero del 2006 y mayo del 2011 en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. En el expediente clínico se documentaron los valores de las fracciones de eyección y acortamiento reportadas antes de cada ciclo. Se utilizó estadística descriptiva para el reporte de los resultados.
Resultados. La fracción de eyección prácticamente no sufrió variaciones hasta el sexto ciclo de tratamiento a una dosis acumulada de 332.5 mg/m2SC, para posteriormente decaer de forma acelerada. En la fracción de acortamiento el mayor cambio se produjo después del séptimo ciclo, a una dosis acumulada de 450 mg/m2SC.
Conclusiones. Reconocer el daño que se produce en etapas tempranas es un paso fundamental en la prevención de complicaciones. El reto es implementar nuevas herramientas que nos permitan alcanzar el objetivo de prevención o de diagnóstico de enfermedad subclínica.
Palabras clave: antraciclinas, prueba de función cardiaca, cardiotoxicidad, ecocardiograma.



Bibliografía: Navarrete-Rodríguez Elsy Maureen, Zapata-Tarrés Marta Margarita, Vizcaíno-Alarcón Alfredo, Garduño-Espinosa Juan, Dorantes-Acosta Elisa, Palomo-Colli Miguel Ángel. El ecocardiograma y su papel en niños con cáncer. Bol. Med. Hosp. Infant. Mex.  [revista en la Internet]. 2013  Abr [citado  2015  Jul  04] ;  70( 2 ): 133-137. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462013000200009&lng=es.

Síndrome metabólico en pacientes con cáncer durante el tratamiento con quimioterapia

Jorge Carlos Herrera-Silva1, Aída Treviño-Moore2, Ana Laura López-Beltrán3

1Departamento de Oncología Pediátrica, Hospital General Regional No. 1, Instituto Mexicano del Seguro Social, Cd. Obregón, Sonora, México.
2Laboratorio de Análisis Clínicos,Hospital General Regional No. 1, Instituto Mexicano del Seguro Social, Cd. Obregón, Sonora, México.
3Departamento de Pediatría Médica, Hospital General Regional No. 1, Instituto Mexicano del Seguro Social, Cd. Obregón, Sonora, México.

Solicitud de sobretiros:
Dr. en E. Jorge Carlos Herrera Silva,
Depto. de Oncología Pediátrica, Hospital General Regional No. 1,
2do piso, IMSS, Sahuaripa y Guerrero S/N, Col. Bellavista,
C. P. 85000, Cd. Obregón, Sonora, México.

Fecha de recepción: 06-11-2007
Fecha de aprobación: 18-02-2008.



Resumen
Introducción. El síndrome metabólico es uno de los principales problemas de salud a nivel mundial del cual no escapan los pacientes con cáncer. Objetivos: conocer y comparar la prevalencia del síndrome metabólico en niños con diferentes neoplasias durante el tratamiento con quimioterapia.
Métodos. A través de un estudio prospectivo, longitudinal, comparativo y analítico se realizaron mediciones antropométricas, de indicadores clínicos y sanguíneos del síndrome metabólico a un grupo de pacientes pediátricos con cáncer. El análisis de datos fue con estadística no paramétrica.
Resultados. Participaron 58 pacientes. La prevalencia global del síndrome fue de inicio 32.75, y 79.31% al final. Se encontró diferencia entre las 3 mediciones para indicadores del síndrome y número de pacientes positivos a ellos (P <0.05). La tensión arterial, talla y peso mostraron asociación moderada con los perímetros de cintura y cadera.
Conclusiones. La prevalencia del síndrome metabólico en el grupo es muy alta, sin mostrar diferencia de acuerdo al tumor.

Palabras clave: Síndrome metabólico; cáncer; pediatría; prevalencia; quimioterapia.


bibliografía: Herrera-Silva Jorge Carlos, Treviño-Moore Aída, López-Beltrán Ana Laura. Síndrome metabólico en pacientes con cáncer durante el tratamiento con quimioterapia. Bol. Med. Hosp. Infant. Mex.  [revista en la Internet]. 2008  Abr [citado  2015  Jul  04] ;  65( 2 ): 110-120. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462008000200005&lng=es.









viernes, 3 de julio de 2015

Calidad de vida en niños con leucemia linfoblástica aguda durante la inducción a la remisión mediante el PedsQL Cancer Module©

Io Daiela Castillo-Martínez, Luis Enrique Juárez-Villegas, Miguel Ángel Palomo-Colli, Aurora Medina-Sansón, Marta Zapata-Tarrés

Departamento de Hemato-Oncología, Hospital Infantil de México Federico Gómez, México, D. F., México

Autor de correspondencia: Dra. Marta Zapata Tarrés
Correo electrónico: magazapata@yahoo.com

Fecha de recepción: 10-10-2008.
Fecha de aprobación: 23-02-2009.

Resumen
Introducción. Con los tratamientos disponibles en la actualidad, más de 80% de los niños con leucemia aguda linfoblástica (LAL) pueden sobrevivir. En general, y específicamente en nuestra institución, no se conoce bien la calidad de vida (CV) de estos niños. El objetivo de este estudio fue medir la CV en niños durante la inducción a la remisión (primera fase del tratamiento) con el PedsQL Cancer Module©.
Métodos. Se realizaron 2 mediciones a niños con LAL de diagnóstico reciente. Se incluyeron 26 pacientes estables de 2 a 18 años de edad con LAL, a las 2 semanas y a los 2 meses del diagnóstico. Se dividieron en 4 grupos: 2-4, 5-7, 8-12 y 13-18 años.
Resultados. Se determinó que la CV se modificó al finalizar la inducción a la remisión. En la segunda medición se observó mejor CV con relación a un proceso de posible adaptación al tratamiento, así como por mejoría de los síntomas relacionados a la enfermedad.
Conclusión. El PedsQL Cancer Module© fue útil para medir la CV y detectar cambios en los niños con LAL en inducción a la remisión.
Palabras clave. Leucemia aguda linfoblástica; inducción a la remisión; calidad de vida; PedsQL Cancer Module©.


Bibliografía: Castillo-Martínez Io Daiela, Juárez-Villegas Luis Enrique, Palomo-Colli Miguel Ángel, Medina-Sansón Aurora, Zapata-Tarrés Marta. Calidad de vida en niños con leucemia linfoblástica aguda durante la inducción a la remisión mediante el PedsQL Cancer Module©. Bol. Med. Hosp. Infant. Mex.  [revista en la Internet]. 2009  Oct [citado  2015  Jul  03] ;  66( 5 ): 410-418. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462009000500003&lng=es.

Trasplante renal en pediatría


Mara Medeiros–Domingo,* Benjamín Romero–Navarro,* Saúl Valverde–Rosas,* Rodolfo Delgadillo,* Gustavo Varela–Fascinetto,** Ricardo Muñoz–Arizpe*

* Departamento de Nefrología y
** Departamento de Trasplantes. Hospital Infantil de México Federico Gómez.

RESUMEN
El trasplante pediátrico fue considerado durante mucho tiempo de alto riesgo, ya que la sobrevida del injerto no era tan buena como la reportada en pacientes adultos, aún así desde hace 20 años es el tratamiento óptimo para los niños urémicos porque mejora el desarrollo neurológico, psicológico y la calidad de vida en forma muy superior a los procedimientos dialíticos disponibles. Actualmente, gracias al desarrollo de centros de trasplante e investigación especializados en la atención pediátrica, a la mejoría en la preparación y selección de donadores y receptores, en la técnica quirúrgica y a nuevos esquemas inmunosupresores los pacientes pediátricos tienen una sobrevida del injerto similar a la reportada en adultos, de hecho los niños menores de 10 años han logrado tener la mejor sobrevida del trasplante renal de todos los grupos etáreos.
Palabras clave. Trasplante renal. Niños. Sobrevida del injerto. Enfermedad linfoproliferativa postrasplante.

Bibliografía: Medeiros-Domingo Mara, Romero-Navarro Benjamín, Valverde-Rosas Saúl, Delgadillo Rodolfo, Varela-Fascinetto Gustavo, Muñoz-Arizpe Ricardo. Trasplante renal en pediatría. Rev. invest. clín.  [revista en la Internet]. 2005  Abr [citado  2015  Jul  03] ;  57( 2 ): 230-236. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-83762005000200017&lng=es.

jueves, 2 de julio de 2015

Patch Adams ¨Lo más curativo es el amor, el humor y la creatividad¨

¿Quién es Patch Adams?
Primero fue el payaso, después vino el activista y finalmente el médico. ¿O fue al revés? El caso es que los tres personajes confluyeron por arte de magia en la larga humanidad de Hunter Doherty, más conocido como Patch Adams, que se hizo de joven un propósito: «En vez de intentar quitarme la vida, voy a ser feliz a toda costa... Y voy a empezar una revolución basada en el amor». Desde 1971, la peculiar revolución del médico más cómico del planeta tiene un nombre: Gesundheit (salud, en alemán). Así se llama su sueño, aún no materializado del todo, de construir un hospital rural en Virginia del Oeste donde se pueda ejercer una medicina con seis cualidades fundamentales: feliz, divertida, amorosa, cooperativa, creativa y considerada.
«El capitalismo de mercado, que es la peor de las enfermedades, ha convertido la medicina en un negocio sucio y avaro», declara Patch Adams, después de un ejercicio demostrativo en la localidad mallorquina de Pollença, donde participó en las jornadas Educar para la Vida.
«¿Qué se puede esperar de un doctor que dedica siete minutos de media a sus pacientes, como ocurre en EEUU?», se pregunta Adams, con la experiencia acumulada de sus 69 años. «¿Qué se puede esperar de un sistema deshumanizado que se lucra de la enfermedad? A veces pienso que Freud tenía razón cuando escribió La civilización y sus descontentos. Tal vez las enfermedades mentales son la respuesta natural a una sociedad desquiciada».
Le preguntamos al médico y payaso si el sistema sanitario no es acaso el reflejo de una sociedad enferma. «Y también al contrario: mientras los valores dominantes sigan siendo el poder y el dinero, no hay nada que hacer. El ganador se lo lleva todo: ésa es la ley de vida que nos viene impuesta por este sistema masculino que sigue imperando a todos los niveles, de la salud a la religión».
«Lo que necesitamos es feminizar la sociedad», es la receta del Dr. Adams. «Hacen falta más mujeres líderes, pero no al estilo de Thatcher o Condoleezza Rice. Tenemos que darle la vuelta a la escala de valores hasta poner por encima de todo la generosidad y la compasión, que son dos virtudes femeninas. No hay nada como darse a los demás. Paz, justicia y cariño, esa es mi trinidad favorita».
Patch Adams se considera «espiritual» aunque no cree «en el Dios de las religiones». Se define a sí mismo como un «comunista idealista» («quiero lo mismo para todo el mundo») y recorre el mundo con su larga coleta arco-iris, enfundado a todas las horas en unos calzoncillos largos y floreados: «Hasta el líder más serio pierde la compostura cuando me ve vestido de esta guisa». Cualquier parecido con el malogrado Robin Williams, que le inmortalizó en el cine en 1998, es pura coincidencia. Adams no ha hecho aún las paces con la película, que le dio toda la visibilidad del mundo, pero que no sirvió para impulsar su causa como él pensaba. Tampoco le gustó el cliché del Doctor de la Risa o de precursor de la risoterapia.
«La risa no es una terapia, como tampoco lo es música. Terapia suena a cirugía, a homeopatía o a tratamiento. La risa y la música son mucho más, yo diría que son la vida misma, una parte esencial de nuestra condición de humanos. Lo que no es de humanos es la seriedad. No conozco una sola enfermedad que se cure con la seriedad, con la ira o con la apatía. No llegaremos muy lejos si nos ponemos muy serios. Lo más curativo es el amor, el humor y la creatividad».
«Llevamos más de 40 años cultivando estos principios en el Instituto Gesundheit, que empezó como un hospital piloto para una medicina más humanizada», recuerda. «Allí impartimos medicina gratis, sin compañías de seguros detrás, con una integración total de todas las artes curativas. El modelo funcionó durante 12 años, pero era tan radical que fue imposible encontrar financiación para mantenerlo tal cual».
El objetivo de construir el hospital sigue estando en el horizonte. En el 2011 empezó la construcción del Centro de Enseñanza, aunque de momento el Gesundheit es ante todo un hospital «sin paredes», volcado hacia la parte educativa, donde han encontrado formación e inspiración miles de médicos y enfermeras de todo el mundo.
«Es increíble el poder de convocatoria que seguimos teniendo, y la gente que está dispuesta a pasar largas temporadas con nosotros de voluntarios o cobrando 300 dólares al mes», asegura Adams. «Ser doctor debería ser la forma más noble de activismo. No hay mayor deleite en la vida que darse a los demás ni mayor privilegio que cuidar de algo o de alguien. Yo lo llevo haciendo casi toda mi vida y seguiría pagando por poder hacerlo aún muchos años». 
Sin necesidad de ponerse la nariz de payaso ni de calzar zapatos de la talla 70 (le queda un año), Patch Adams recorre el mundo 300 días al año y alterna los sabios consejos, con los chistes procaces y con los versos Hojas de hierba de Walt Whitman. Aunque no hay nada como verle en acción en sus seminarios, contagiando a propios y extraños ese amor por la vida, y orquestando intensos abrazos colectivos como el que fundió las piedras del claustro de Santo Domingo en Pollença. Amén.

bibliografía: http://www.elmundo.es/ciencia/2014/10/13/5438258e22601de6108b456d.html

Oncología Pediátrica




La aparición de la Oncología Pediátrica como especialidad nace como respues- ta a una demanda de la profesión médica y de la sociedad en general para cubrir una necesidad evidente, como es la de proporcionar asistencia médica a un grupo de niños que padecen enfermedades malignas(1).

El cáncer infantil en los últimos años ha ido adquiriendo gran importancia en el ámbito de la pediatría.

Hasta hace algunos años, el cáncer infantil era considerado una rareza por los médicos generales e incluso por muchos pediatras sobre todo a nivel de asistencia primaria. En ese momento, las causas de mortalidad infantil diferían bastante de las actuales. Las enfermedades infecciosas, las gastroenteritis severas con deshidratación, la patología neonatal, la prematuridad, las malformaciones congénitas, etc, ocupaban los primeros puestos como causas de muerte en la infancia(2, 3).

En los países desarrollados, los avances sanitarios, económicos, sociales y culturales han motivado una importante disminución de la mortalidad por estas causas y que otras adquieran mayor relevancia.

Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en niños mayores de un año, superada sólo por los accidentes. En el primer año de vida ocupa el tercer lugar, superada también por la mortalidad derivada de las malformaciones congénitas. La incidencia anual para todos los tumores malignos en niños menores de 15 años es de 12,45 por cien mil niños. En España la incidencia de tumores infantiles no es absolutamente conocida, aunque desde 1980 funciona un Registro Nacional de Tumores Infantiles, que recoge aproximadamente el 70% de los tumores infantiles que se origi- nan en España, lo que supone una muestra suficientemente representativa y significativa para contribuir al desarrollo de la Onco- logía Pediátrica en nuestro país(1).

En niños y adultos el cáncer afecta a un mayor número de niños que de niñas, y esta proporción se mantiene de forma constan- te en todos los países de nuestro entorno. En España se calcula una proporción de 1,35:1 a favor de los varones. La incidencia y las cifras de mortalidad en el cáncer infantil varían extraordinariamente con la edad. La mayor parte de los tumores que afectan a los niños menores de 5 años son de naturaleza embrionaria, representando el 40% de los cánceres de los niños. A este grupo pertenecen la leucemia linfoblástica aguda, neuroblastoma, tumor de Wilms, retinoblastoma y carcinoma hepático. Se piensa que en este grupo de edad los factores prenatales deben jugar un papel importante en la frecuencia de presentación(4).

Otro grupo de tumores como los linfomas, tumores óseos, o tumores testiculares, tienen una incidencia superior en niños de más de 10 años, pensando que en este grupo los factores postnatales entre los que se incluyen factores ambientales pueden ejercer una notable influencia.

En los últimos años hemos asistido a un espectacular avance en los resultados obtenidos en el tratamiento del cáncer infantil. De hecho, en pocas especialidades pediá- tricas la mejoría en los resultados terapéuticos durante las dos últimas décadas es comparable al obtenido en la Oncología Pediátrica.

Hasta hace treinta años, la leucemia aguda era considerada una enfermedad inevitablemente fatal. Se podían conseguir remisiones temporales que después no podían mantenerse. En la actualidad la Leucemia Aguda Lianfoblástica, que es la variedad más frecuente de Leucosis en la infancia, tiene una supervivencia a largo plazo que supera el 70%, lo que implica que la mayoría de los pacientes pueden curarse definitivamente(5).

Se han obtenido progresos similares en el tratamiento de los tumores sólidos. Al ini- cio, cuando la cirugía era el único procedimiento terapéutico disponible, la supervi- vencia a los dos años oscilaba entre el 0 y el 20% con una mortalidad perioperatoria alta. La radioterapia empezó a ser utilizada de for-ma sistemática en la patología infantil en la década de los 50 y los primeros resultados positivos se vieron en la Enfermedad de Hodgkin y en el Tumor de Wilms(6).

La quimioterapia comenzó a usarse ini- cialmente en las recaídas como un último recurso. Primero se utilizó en monoterapia y luego como poliquimioterapia. Comprobada su utilidad se añadió como una tercera arma terapéutica que se administraba después de la cirugía y/o la radioterapia.

En la década de los 60, y en gran parte gracias a la experiencia acumulada en el tratamiento de las leucemias, comenzó a introducirse en el tratamiento de los tumores sólidos el tratamiento sistemático con quimioterapia asociada a la cirugía y a la radioterapia. A lo largo de los últimos 20 años la utilización combinada de estos procedimientos en estudios coordinados y generalmente multicéntricos han incrementado significativamente la supervivencia a largo plazo de los tumores infantiles(7).

El análisis de estos progresos nos lleva a interesantes conclusiones. Estos se deben no sólo ni principalmente a descubrimientos e innovaciones terapéuticas y diagnósticas, sino sobre todo al diseño progresivo de nuevos protocolos clínicos controlados que han permitido ir resolviendo dilemas y seleccionando las pautas más adecuadas para cada neoplasia y dentro de cada una de ellas, para la situación específica de cada paciente.

Otra conclusión es que, dada la complejidad de los actuales procedimientos terapéuticos, los pacientes infantiles con cáncer deben ser referidos para su tratamiento a centros que dispongan de los medios humanos y materiales debidamente especializados.

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Es también interesante recordar las dife- rencias entre las neoplasias infantiles y las del adulto. El tipo histológico predominante en la infancia son los sarcomas, frente a los carcinomas en los adultos. Los cánceres infantiles tienen generalmente localizaciones anatómicas profundas, no afectan a los epitelios, no provocan hemorragias superficiales, ni exfoliación de células tumorales. Todo esto hace prácticamente imposible utilizar técnicas de detección precoz que son útiles en los cánceres del adulto. Así, en la mayoría de los casos el diagnóstico de cáncer infantil se hace de forma accidental y con frecuencia en fases avanzadas de la enfermedad.

Como contrapartida, la mayoría de los tumores infantiles son altamente sensibles a la quimioterapia, al contrario de lo que sucede en el adulto.